Aviso

Me disculpo con los lectores del blog por mi silencio. Se debe a que tenía asuntos pendientes y si bien los autores de los anonimos no pudieron intimidarme sí en cambio amenazaban con lograr que todo mi tiempo se los dedicara a ellos. Tan no tuvieron éxito, por su falta de inteligencia, que por lo visto necesitaron empezar a recurrir a la acción directa, como narro en la próxima entrada.

También dejé pasar el tiempo porque el último anonimo recibido era mucho más breve: al parecer la estupidez, la cobardía y el sentimiento de inferioridad provocan real agotamiento. Necesitaba darles un descanso a esos individuos para que se recuperaran.

Porque realmente hay que ser estúpido para que, aún ocultándose tras el cobarde anonimato, hayan involucrado directamente a Rosa Beltrán quienes se pretenden sus “defensores”. En cuanto a la cobardía, esa es evidente por sí misma. Y no puedo imaginarme algo más patético, aún siendo pagados por ello, que el que unos tipos consideren un “logro” el enviar anonimos.

Pero pueden confiar los lectores en que la entrada seguirá creciendo hacia abajo, enraizando. Y expondré y redondearé mis ideas acerca de lo sucedido con “Clinton”, Fabio Hua Fang, el animalismo y demás. Y en cuanto sea posible volveré a los temas puramente culturales, las reseñas, etcétera. Originalmente pensaba escribir como nueva entrada una acerca de Phillip Lopate, un ensayista estadounidense que recién visitó México.

Aprovecho para agradecer unas invitaciones que han estado llegando para unirme a Facebook y Badoo. Lo agradezco, pero ya me han invitado antes. Creo que el estreno de The Social Network, la Red Social, la más reciente película de David Fincher, que narra la historia de Mark Zuckerberg, el dueño y creador o no de Facebook según lo decida un tribunal, desatará una necesaria discusión.