Aclaración sobre Milenio

Poco antes de que publicara el anterior post, en el que me quejo de lo que consideré poca seriedad de Milenio, al haberse tardado tanto para cumplir su parte de un concurso que gané, recibí un correo de Diego Rabasa, de Sexto Piso, informándome que se habían comunicado con él de Milenio, para avisarle de la ahora sí inminente publicación del texto ganador, y le solicitaban una foto mía.

Recibí también un correo del amable señor Mauricio Flores, de Milenio solicitando mi currícula. Pero sólo leí ambos mensajes hasta el día 12, por lo que me fue imposible atender ambos requerimientos. No tengo costumbre de borrar lo que escribo, pero sí relativizo mi queja. Entiendo las presiones de espacio y tiempo del periodismo, cultural o no, en una revista o un diario, a diferencia del ritmo en general más pausado de una editorial como Tusquets, pero pasó tanto tiempo y hubo tantas postergaciones de publicación, salidas en falso, que terminé algo harto.

Diego Rabasa me acaba de informar que hoy se publicó en Milenio Semanal mi escrito ganador (aparecía en la convocatoria como coorganizador, con Sexto Piso, el diario Milenio Diario, del cual es editor Nestor Ojeda aunque en la parte institucional aparezca como tal Carlos Marín, y no la revista Milenio Semanal, que dirige Carlos Ferreyra).

Hasta este momento no he visto publicado mi texto ganador, lo haré dentro de un rato. Como no se trata de que nos disculpemos yo y la gente de Milenio, por nuestras respectivas quejas y tardanzas, me limito a agradecerles la publicación de mi escrito. Espero no haberme conseguido enemigos en Milenio (Diario y Semanal), esto aparte de mis desacuerdos con Carlos Marín.

Lo que es una lástima es que ya no hay caso en que envíe la foto mía que le había solicitado Milenio a Diego Rabasa. Pensé finalmente en una en la que aparezco conversando con Octavio Paz: hubiera sido muy interesante leer en Milenio Semanal un texto mío que comenta Milorad Pavic, ilustrado con una fotografía en la que aparezco conversando con Octavio Paz.