


Intencionalmente dejé durante mucho tiempo la entrada anterior, referida al señor Santiago Creel Miranda, para que cualquier lector del blog estuviera enterado de la preocupante situación que padecí, en la que ese señor sin duda tuvo participación: las "cosas raras" que me ocurrieron, como la difusión de mi domicilio particular por un dizque "error" o falta de criterio de funcionarios medios del Archivo General de la Nación.
Lo que sigue a continuación es un apunte rápido, que más adelante puedo ampliar o no.
Hace un rato firmé una petición dirigida al titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, para que se revierta el nombramiento de José Carreño Carlón como director del Fondo de Cultura Económica. A partir de un artículo de Gabriel Zaid cuestionando el nombramiento otros, incluido yo, se han animado a expresar públicamente su desacuerdo.

Carreño, no tengo ninguna duda, seguirá siendo el individuo peligroso de ayer, que en los últimos años procuró crearse una imagen académica desde el Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana como coartada. Pero a pesar de tantas taras que sigue teniendo la vida pública mexicana, aún así él y otros como él no tendrán éxito en la restauración que pretenden.
Agregué el siguiente comentario al suscribir la protesta:
Suscribo la petición, aunque tiene errores de redacción por parte de Mejía Madrid como la coma entre honorable y Fondo de Cultura Económica, impropios en una protesta de tipo cultural.
Pero Zaid se equivoca: el nombramiento de Carreño no es inexplicable. La razón para haberlo puesto en el FCE, sin tener experiencia en la edición de libros, es porque su labor será otra y con base en lo que sí tiene experiencia probada: el control de la información y la manipulación de los medios masivos de comunicación (agregando ahora el internet, incluidas las redes sociales), con la finalidad de marginar la crítica intelectual que se dé hacia el gobierno peñista, desde una institución prestigiosa como lo es el FCE, la principal editorial pública mexicana de libros para el público adulto e infantil (la UNAM básicamente publica a sus académicos y tiene una pésima distribución, entre otras cosas porque no cuenta con la importante red de sucursales, tanto nacional como en varios países, con la que sí cuenta el Fondo). Aquellos autores a los que Carreño apoye (o simplemente no actúe en su contra) contarán con la posibilidad, durante el sexenio peñista, de que sus libros se distribuyan internacionalmente y también contarán con un espacio físico privilegiado para que sean presentados esos libros, sus autores sean entrevistados y además participen en eventos especiales de promoción como la venta nocturna o la feria del libro independiente, ambas organizadas por el Fondo.
Esto, tarde o temprano será contraproducente y perjudicará la imagen que Enrique Peña Nieto parece querer dar como un político incluyente, cuyo gobierno no implica una restauración del PRI “autoritario” (en realidad dictatorial), corrupto e intolerante. Aunque esta petición seguro no cambiará nada será bueno dejar constancia a futuro, para que lo tengan en cuenta los asesores y estudiosos de opinión pública que trabajen para Peña, y que sí es probable que lean esta petición contra Carreño.
En mi blog "Conte Biancamano" (teradatomoo.blogspot.com) me extenderé sobre mis razones para estar en contra de Carreño Carlón, al que enfrenté hace años (a él y otros de su calaña) y puedo contarlo, como hice constar en la resolución del recurso de revisión 2232/06, presentado ante el IFAI.